Azar y contingencia

Resumen: En este artículo, con el que quiero unirme al homenaje de la revista Sapientia a Mons. Octavio N. Derisi, desearía establecer con precisión los términos del problema teorético en torno al azar y la contingencia en los acontecimientos físicos, comparando los principios aristotélicos con nuestros actuales conocimientos. No pretendo aquí proponer una solución completa al debate, sino solamente desarrollar algunas reflexiones filosóficas que puedan servir para ulteriores análisis. 1. El núcleo del determinismo El principio fundamental del determinismo se puede enunciar del siguiente modo: puestas unas condiciones empíricas A, se sigue necesariamente la situación empírica B. En la ciencia clásica moderna, el principio se ha de entender con un máximo rigor matemático, pues de otro modo se abriría la puerta a alguna forma de indeterminismo: las circunstancias A y B son completamente precisas en sus coordinadas espacio-temporales, ya que la mínima variación en B se explicaría por alguna variación en A, y la menor modificación de A seria responsable de algún cambio en B. Consideraré ahora algunas objeciones insuficientes que podrían formularse contra este principio, con el objeto de evitar discusiones superfluas al tratar del problema del azar y el indeterminismo. Una primera objeción podría decir que el efecto B resultaría contingente si se supone que interviene un tercer factor independiente C. La dificultad cesa, sin embargo, si atendemos al conjunto del universo, fuera del cual no hay ya factores empíricos que puedan entrar en acción ( sistema "cerrado"). El determinismo se sostiene entonces ,considerando la acción del universo entero sobre un efecto cualquiera, aunque ese influjo total y exclusivo difícilmente puede someterse a métodos experimentales. Ya Suárez escribe que "un efecto, siendo contingente respecto de una causa próxima que opera naturalmente, si se compara can todo el orden .o con la serie de causas del universo, no habiendo en ellas intervención alguna de un agente libre que al menos aplique otras causas o remueva algún impedimento, no tiene contingencia, sino necesidad".

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Bibliographic Details
Main Author: Sanguineti, Juan José
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 1988
Subjects:DETERMINISMO, CONTINGENCIA, AZAR, Aristóteles, 384-322 a.C., FILOSOFIA,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/13516
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Description
Summary:Resumen: En este artículo, con el que quiero unirme al homenaje de la revista Sapientia a Mons. Octavio N. Derisi, desearía establecer con precisión los términos del problema teorético en torno al azar y la contingencia en los acontecimientos físicos, comparando los principios aristotélicos con nuestros actuales conocimientos. No pretendo aquí proponer una solución completa al debate, sino solamente desarrollar algunas reflexiones filosóficas que puedan servir para ulteriores análisis. 1. El núcleo del determinismo El principio fundamental del determinismo se puede enunciar del siguiente modo: puestas unas condiciones empíricas A, se sigue necesariamente la situación empírica B. En la ciencia clásica moderna, el principio se ha de entender con un máximo rigor matemático, pues de otro modo se abriría la puerta a alguna forma de indeterminismo: las circunstancias A y B son completamente precisas en sus coordinadas espacio-temporales, ya que la mínima variación en B se explicaría por alguna variación en A, y la menor modificación de A seria responsable de algún cambio en B. Consideraré ahora algunas objeciones insuficientes que podrían formularse contra este principio, con el objeto de evitar discusiones superfluas al tratar del problema del azar y el indeterminismo. Una primera objeción podría decir que el efecto B resultaría contingente si se supone que interviene un tercer factor independiente C. La dificultad cesa, sin embargo, si atendemos al conjunto del universo, fuera del cual no hay ya factores empíricos que puedan entrar en acción ( sistema "cerrado"). El determinismo se sostiene entonces ,considerando la acción del universo entero sobre un efecto cualquiera, aunque ese influjo total y exclusivo difícilmente puede someterse a métodos experimentales. Ya Suárez escribe que "un efecto, siendo contingente respecto de una causa próxima que opera naturalmente, si se compara can todo el orden .o con la serie de causas del universo, no habiendo en ellas intervención alguna de un agente libre que al menos aplique otras causas o remueva algún impedimento, no tiene contingencia, sino necesidad".