La dieta mediterránea como ejemplo de una alimentación y nutrición sostenibles: enfoque multidisciplinar
Resumen La sostenibilidad representa una gran preocupación en los últimos años debido a los efectos del cambio climático. La dieta, el uso del agua y de la tierra, el consumo de energía y la contaminación del medioambiente son elementos que contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero. La dieta mediterránea debe entenderse no solo como un conjunto de alimentos, sino también como un modelo cultural que involucra la forma en que los alimentos se seleccionan, producen, procesan y distribuyen. El patrón dietético mediterráneo se presenta no solo como un modelo cultural, sino también como un modelo ecológico. El reconocimiento de la Unesco, con la consiguiente mayor visibilidad y aceptación de la dieta mediterránea en todo el mundo y el mayor número de evidencias científicas sobre sus beneficios y efectividad en cuanto a la longevidad, calidad de vida y prevención de enfermedades, han llevado a este patrón dietético a un nivel sin precedentes. Esta es una situación favorable que, posiblemente, podría permitir el fortalecimiento de la dieta mediterránea en todo el mundo, potenciando mejoras en los indicadores de salud mundial y en la reducción del impacto ambiental por la producción y transporte de los recursos alimentarios. Por ello, la dieta mediterránea debe ser vista como un modelo alimentario saludable, asequible y ambientalmente sostenible, así como un patrimonio cultural antiguo que confiere identidad y pertenencia. Del corazón a la tierra a través del camino de la cultura, la dieta mediterránea es un patrimonio cultural que mira hacia el futuro.
Main Authors: | , |
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Format: | Digital revista |
Language: | Spanish / Castilian |
Published: |
Grupo Arán
2018
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Online Access: | http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112018000700017 |
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Summary: | Resumen La sostenibilidad representa una gran preocupación en los últimos años debido a los efectos del cambio climático. La dieta, el uso del agua y de la tierra, el consumo de energía y la contaminación del medioambiente son elementos que contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero. La dieta mediterránea debe entenderse no solo como un conjunto de alimentos, sino también como un modelo cultural que involucra la forma en que los alimentos se seleccionan, producen, procesan y distribuyen. El patrón dietético mediterráneo se presenta no solo como un modelo cultural, sino también como un modelo ecológico. El reconocimiento de la Unesco, con la consiguiente mayor visibilidad y aceptación de la dieta mediterránea en todo el mundo y el mayor número de evidencias científicas sobre sus beneficios y efectividad en cuanto a la longevidad, calidad de vida y prevención de enfermedades, han llevado a este patrón dietético a un nivel sin precedentes. Esta es una situación favorable que, posiblemente, podría permitir el fortalecimiento de la dieta mediterránea en todo el mundo, potenciando mejoras en los indicadores de salud mundial y en la reducción del impacto ambiental por la producción y transporte de los recursos alimentarios. Por ello, la dieta mediterránea debe ser vista como un modelo alimentario saludable, asequible y ambientalmente sostenible, así como un patrimonio cultural antiguo que confiere identidad y pertenencia. Del corazón a la tierra a través del camino de la cultura, la dieta mediterránea es un patrimonio cultural que mira hacia el futuro. |
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