Editorial

El 26 de noviembre el economista Rafael Correa fue elegido presidente de la República. En una emotiva intervención con ocasión de su primera rueda de prensa como presidente electo, dijo: recibo el triunfo de las elecciones con tranquilidad y humildad. Su arribo al poder del Estado se da como expresión del desarrollo de las fuerzas ciudadanas, la «antipolítica» y la situación de desprestigio por la que atraviesan los partidos políticos tradicionales. Una elección que, por otra parte, tiene lugar en el contexto de los gobiernos reformistas de la llamada Nueva Izquierda latinoamericana. El triunfo de Correa se convierte en una alternativa de la izquierda ecuatoriana frente a las posiciones de la derecha y del populismo que se aglutinaron en torno a la candidatura de Álvaro Noboa, derrotado en la segunda vuelta electoral. El flamante presidente de Alianza País se comprometió en la campaña electoral con la demanda de modificación de la vieja «forma de hacer política», puesto que destacó como su tema prioritario la implementación de la reforma política y la Asamblea Constituyente, aspiración en la que se reconocen miles de ecuatorianos. Esta transformación apunta a resolver el marco jurídico del sistema político en correspondencia con el proceso de reestructuración del poder del Estado, una de las condiciones objetivas más importantes que ha gravitado en el desarrollo de Ecuador en la última década.

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Bibliographic Details
Format: article biblioteca
Language:spa
Published: Quito : FES-ILDIS 2013-03-07T16:01:20Z
Subjects:RAFAEL CORREA, FUERZAS CIUDADANAS, ANTIPOLÍTICA, NUEVA IZQUIERDA LATINIAMERICANA, POLÍTICA, ASAMBLEA CONSTITUYENTE, RENOVACIÓN, MODELO NEOLIBERAL, DESARROLLO, ACUERDOS POLÍTICOS, ECUADOR, CITIZEN FORCES, ANTIPOLITICS, NEW LEFT LATINIAMERICANA, POLICY, CONSTITUENT ASSEMBLY, RENEWAL, NEOLIBERAL MODEL, DEVELOPMENT, POLITICAL AGREEMENT,
Online Access:http://hdl.handle.net/10469/5027
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