Errores comunes en el lenguaje periodístico: Verbo, belleza y política.

El mes de junio comenzó en Ecuador con signos contrapuestos: ante la algazara de una elección de bellezas internacionales, el gobierno padecía los estragos de sus desaciertos e ineficacia. Frente a estas situaciones, y contagiado por ambientes tan disímiles del circo social, esfero en mano me asomo a la ventana de los borregos desconcertados para extraer frases, que no imágenes, de la televisión. Comparo los mensajes. Desilusión, inestabilidad y zozobra por un lado; por el otro, aire festivo, carnaval y esperanza en que la candidata ecuatoriana haga un papel más decoroso en el concurso de Miss Universo que el mandatario en la pasarela política. La parafernalia alrededor del certamen y el despliegue informativo asustan. Estamos tan desamparados que atribuimos una exagerada trascendencia a lo que en otros lugares es solamente un evento galante. Hay que cacarear lo insólito para no morir de desilusión, inmovilismo y fastidio. En una sociedad frígida, la más pequeña distracción se convierte en un tremendo orgasmo.

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Bibliographic Details
Main Author: Rodríguez, Juan Manuel
Format: article biblioteca
Language:spa
Published: Quito, Ecuador : CIESPAL 2017-02-14T17:57:24Z
Subjects:ANÁLISIS, LENGUAJE PERIODÍSTICO, CASOS,
Online Access:http://hdl.handle.net/10469/10577
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Summary:El mes de junio comenzó en Ecuador con signos contrapuestos: ante la algazara de una elección de bellezas internacionales, el gobierno padecía los estragos de sus desaciertos e ineficacia. Frente a estas situaciones, y contagiado por ambientes tan disímiles del circo social, esfero en mano me asomo a la ventana de los borregos desconcertados para extraer frases, que no imágenes, de la televisión. Comparo los mensajes. Desilusión, inestabilidad y zozobra por un lado; por el otro, aire festivo, carnaval y esperanza en que la candidata ecuatoriana haga un papel más decoroso en el concurso de Miss Universo que el mandatario en la pasarela política. La parafernalia alrededor del certamen y el despliegue informativo asustan. Estamos tan desamparados que atribuimos una exagerada trascendencia a lo que en otros lugares es solamente un evento galante. Hay que cacarear lo insólito para no morir de desilusión, inmovilismo y fastidio. En una sociedad frígida, la más pequeña distracción se convierte en un tremendo orgasmo.