Instrumentos para la inclusión financiera: el caso de México

A raíz de la crisis financiera internacional de 2008, la banca de desarrollo en México empezó a desempeñar un papel más importante; en especial, después de la reforma financiera de 2014, mediante la cual se otorgó mayor relevancia a las pequeñas y medianas empresas (pymes). Entre los instrumentos de fomento utilizados, destacan el factoraje y las garantías. En el caso del factoraje, se favoreció en primer lugar a proveedores de grandes empresas y, posteriormente, del sector público. Por su parte, las garantías han sido las grandes impulsoras del financiamiento de fomento durante los últimos años. Así, se ha atenuado la incertidumbre que surge de la información asimétrica, un problema especialmente grave en el caso de las pymes, y se ha contribuido a mejorar el acceso al crédito de empresas que de otra manera no podrían acceder a él, así como a reducir las tasas de interés a las que se recibe el financiamiento y a aumentar los montos concedidos.

Saved in:
Bibliographic Details
Main Author: Lecuona, Ramón
Format: Texto biblioteca
Language:Spanish / Castilian
Published: CEPAL 2017-11
Subjects:PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS, FINANCIAMIENTO DE EMPRESAS, BANCOS DE DESARROLLO, CREDITO, POLITICA CREDITICIA, ESTADISTICAS BANCARIAS, INCLUSION FINANCIERA, SMALL AND MEDIUM ENTERPRISES, BUSINESS FINANCING, DEVELOPMENT BANKS, CREDIT, CREDIT POLICY, BANKING STATISTICS, FINANCIAL INCLUSION,
Online Access:https://hdl.handle.net/11362/42504
Tags: Add Tag
No Tags, Be the first to tag this record!
Description
Summary:A raíz de la crisis financiera internacional de 2008, la banca de desarrollo en México empezó a desempeñar un papel más importante; en especial, después de la reforma financiera de 2014, mediante la cual se otorgó mayor relevancia a las pequeñas y medianas empresas (pymes). Entre los instrumentos de fomento utilizados, destacan el factoraje y las garantías. En el caso del factoraje, se favoreció en primer lugar a proveedores de grandes empresas y, posteriormente, del sector público. Por su parte, las garantías han sido las grandes impulsoras del financiamiento de fomento durante los últimos años. Así, se ha atenuado la incertidumbre que surge de la información asimétrica, un problema especialmente grave en el caso de las pymes, y se ha contribuido a mejorar el acceso al crédito de empresas que de otra manera no podrían acceder a él, así como a reducir las tasas de interés a las que se recibe el financiamiento y a aumentar los montos concedidos.