Huellas de Eros y Thánatos en la narrativa de Diamela Eltit. La palabra en movimiento en el juego entre tropos, metáforas y deconstrucciones lingüísticas

En 1994 en Santiago, leí un anuncio en un diario chileno que informaba acerca del inicio de un taller literario que impartiría la escritora Diamela Eltit. A esa altura, yo ya conocía su nombre como escritora neovanguardista, cuyo proyecto artístico había surgido en el marco político de las severas circunstancias políticas del régimen militar de Chile y en el específico ambiente del discurso radical del Colectivo de Acciones de Arte, conocido también con la sigla del grupo CADA. La llamé. En pocos días, Diamela Eltit me recibió en su casa. Eran los primeros años de la transición a la democracia y yo llevaba un año viviendo en Chile. Recuerdo siempre las oscuras y húmedas tardes lluviosas en la vieja casa de Nuñoa, donde se reunía el taller literario de Diamela Eltit, en los años 1995-1999. Aprendí a conocer la sensibilidad literaria de esta autora, cuando analizábamos los textos literarios que los participantes del taller producíamos. También conocí la paciencia de mis amigos y amigas del taller al reflexionar y criticar sobre mis textos, porque escribía en español, aunque mi lengua materna es el finés. Así conocí a Diamela Eltit y su actitud intransigente ante la lengua. Cuando más tarde estudiaba en el programa de Doctorado en Literatura de la Universidad de Chile, descubrí el importante valor de su producción en el marco de referencia del fenómeno cultural llamado la Escena de Avanzada, un movimiento artístico de las neovanguardias que surgió en Chile a fines de la década de los 70. Hoy considero a Diamela Eltit como una verdadera cronopia que sobrepasa los límites de su tiempo. No creo que el público y los críticos chilenos hayan comprendido de una forma exhaustiva el valor importante de su producción en el desarrollo de la lengua literaria y su papel en las acciones de arte en la renovación de la historia del arte latinoamericano. Si bien su obra ha sido canonizada entre los fenómenos nuevos de la narrativa latinoamericana y ya existen en Chile y fuera del país tesis doctorales y otras investigaciones académicas sobre su producción, la crítica nacional conservadora ha sido reacia a comprender su escritura. Puede ser que el trauma nacional de la reciente historia de Chile que Eltit convierte en un tema literario político sea tan profundo que impida la comprensión y la aceptación de su producción en los sectores más amplios de lectores. En un espacio discursivo relativamente reducido de Chile esta situación se debe a un conjunto de prejuicios políticos y a la falta de educación en el campo discursivo postestructuralista en que su obra se inserta. Sin embargo, la crítica profesional más importante del inicio de su trayectoria proviene efectivamente de Chile. Esta disyuntiva ha marcado, en su país, la recepción de su obra, mientras que fuera del país ha venido creciendo el interés académico por su producción. Las obras literarias de Diamela Eltit ya han sido traducidas en varios idiomas. La escritora Diamela Eltit es conocida por su lenguaje que tiene un aspecto marcadamente ambigüo.

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Bibliographic Details
Main Author: Leskinen, Auli autora
Format: Texto biblioteca
Language:spa
Published: Helsinki, Finland Auli Leskinen University of Helsinki. Renvall Institute for Area and Cultural Studies 2007
Subjects:Nadine Eltit González, Ana Diamela Escritora 24 de agosto de 1947, Literatura hispanoamericana, Crítica literaria, Literatura chilena,
Online Access:https://helda.helsinki.fi/bitstream/handle/10138/19194/huellasd.pdf?sequence=1
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Description
Summary:En 1994 en Santiago, leí un anuncio en un diario chileno que informaba acerca del inicio de un taller literario que impartiría la escritora Diamela Eltit. A esa altura, yo ya conocía su nombre como escritora neovanguardista, cuyo proyecto artístico había surgido en el marco político de las severas circunstancias políticas del régimen militar de Chile y en el específico ambiente del discurso radical del Colectivo de Acciones de Arte, conocido también con la sigla del grupo CADA. La llamé. En pocos días, Diamela Eltit me recibió en su casa. Eran los primeros años de la transición a la democracia y yo llevaba un año viviendo en Chile. Recuerdo siempre las oscuras y húmedas tardes lluviosas en la vieja casa de Nuñoa, donde se reunía el taller literario de Diamela Eltit, en los años 1995-1999. Aprendí a conocer la sensibilidad literaria de esta autora, cuando analizábamos los textos literarios que los participantes del taller producíamos. También conocí la paciencia de mis amigos y amigas del taller al reflexionar y criticar sobre mis textos, porque escribía en español, aunque mi lengua materna es el finés. Así conocí a Diamela Eltit y su actitud intransigente ante la lengua. Cuando más tarde estudiaba en el programa de Doctorado en Literatura de la Universidad de Chile, descubrí el importante valor de su producción en el marco de referencia del fenómeno cultural llamado la Escena de Avanzada, un movimiento artístico de las neovanguardias que surgió en Chile a fines de la década de los 70. Hoy considero a Diamela Eltit como una verdadera cronopia que sobrepasa los límites de su tiempo. No creo que el público y los críticos chilenos hayan comprendido de una forma exhaustiva el valor importante de su producción en el desarrollo de la lengua literaria y su papel en las acciones de arte en la renovación de la historia del arte latinoamericano. Si bien su obra ha sido canonizada entre los fenómenos nuevos de la narrativa latinoamericana y ya existen en Chile y fuera del país tesis doctorales y otras investigaciones académicas sobre su producción, la crítica nacional conservadora ha sido reacia a comprender su escritura. Puede ser que el trauma nacional de la reciente historia de Chile que Eltit convierte en un tema literario político sea tan profundo que impida la comprensión y la aceptación de su producción en los sectores más amplios de lectores. En un espacio discursivo relativamente reducido de Chile esta situación se debe a un conjunto de prejuicios políticos y a la falta de educación en el campo discursivo postestructuralista en que su obra se inserta. Sin embargo, la crítica profesional más importante del inicio de su trayectoria proviene efectivamente de Chile. Esta disyuntiva ha marcado, en su país, la recepción de su obra, mientras que fuera del país ha venido creciendo el interés académico por su producción. Las obras literarias de Diamela Eltit ya han sido traducidas en varios idiomas. La escritora Diamela Eltit es conocida por su lenguaje que tiene un aspecto marcadamente ambigüo.