La gomosis en roble marfil (Terminalia ivorensis) en la Región Huetar Norte de Costa Rica

El roble marfil presenta un chancro en el fuste, mejor conocido como la "Gomosis de la Terminalia", el cual ha causado daños considerables en las plantaciones forestales jóvenes de la Región Huetar Norte de Costa Rica. A principios de 1995 se comenzó con el estudio sobre esta enfermedad, el cual tiene como objetivo determinar el agente causal, caracterizar el daño y evaluar prácticas de manejo. A nivel de laboratorio se aplicaron las técnicas tradicionales de diagnóstico para la determinación del agente causal. En el campo se realizó un muestreo en diferentes plantaciones, para caracterizar el daño, evaluar la incidencia y severidad de la enfermedad y recolectar muestras de suelo para análisis físico. Se evaluaron dos tratamientos químicos: clorotalonil con benomyl e Hidróxido de cobre con prochloraz. El combate mecánico se basó en eliminar los árboles de la categoría de mayor severidad. El agente causal se identificó como Nectria sp. El daño se presenta más que todo en partes tiernas y expuestas, específicamente heridas en el tallo y a veces, en ramillas de árboles menores a 2 años de edad. El 62 por ciento de los chancros se ubican en cicatrices de hojas o ramillas y el 38 por ciento en las axilas de las ramillas. El chancro se observa como hundimientos de las partes necrosadas y abultamientos de las áreas en crecimiento, las cuales producen deformaciones en el tallo. Esta área necrótica, al secarse se fisura y forma un cancro típico. El árbol, como reacción ante el ataque de Nectria sp., produce grandes cantidades de exudaciones gomosas pardo rojizas. Si se forman varios chancros en un tallo pequeño, puede producir anillamiento, quiebra, deformación y muerte del árbol. Sin embargo se ha observado que la mayoría de los árboles superan esta etapa de susceptibilidad y los chancros cicatrizan. Las parcelas evaluadas presentaron un promedio en diámetro de 4.46 cm y 2.31 m de altura. La incidencia promedio de la enfermedad fue de 27.3 por ciento, la severidad de 0.1 (cero es sano y uno es muerto por la enfermedad), y un promedio de tres chancros por árbol. Por otro lado se observó una relación entre la textura del suelo y la severidad del daño ya que conforme aumenta el porcentaje de arcilla y disminuye el limo, la severidad aumenta. Resultados preliminares sobre los métodos evaluados para el control de la enfermedad, muestran que la mezcla de Hidróxido de cobre y prochloraz tiene mejores resultados. Nectria sp., por ser un patógeno débil, ataca especies que están en "estrés", especialmente la T. ivorensis que se considera muy susceptible ante las condiciones del sitio, específicamente el suelo.