El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, 2010. La inseguridad alimentaria en crisis prolongadas

Tras más de una década de incremento aparentemente inexorable del número de personas subnutridas, las cifras correspondientes a 2010 presentadas en la presente edición de El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo muestran un pequeño rayo de esperanza con el primer descenso desde 1995. No obstante, todavía existen cerca de 1 000 millones de personas que pasan hambre y es demasiado pronto para saber si estamos ante el comienzo de una tendencia a la baja o si solamente es un descenso temporal del número de personas subnutridas. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2010 se centra en un grupo concreto de países, los países en crisis prolongada, en los que se calcula que el nivel de subnutrición se aproxima al 40 %. Se examinan las dificultades a las que hay que hacer frente al intentar solventar la situación en dichos países, sin olvidar la dificultad que supone abandonar el uso de las intervenciones humanitarias en favor de un programa de desarrollo más amplio. En este informe se señalan diversas medidas que se pueden adoptar para racionalizar la manera en que se gestionan las crisis prolongadas. Entre ellas se cuentan la evaluación más completa de la crisis, incluido el entendimiento en profundidad de sus causas; la mejora de las respuestas de la comunidad local y las instituciones; la introducción o el respaldo de mecanismos de protección social como las redes de seguridad basadas en los alimentos, y el abandono de la ayuda alimentaria en favor de un enfoque más amplio de la asistencia alimentaria. En la última sección del informe se ofrecen recomendaciones para mejorar la prestación de asistencia a los países en crisis prolongada. Tales recomendaciones se centran en la mejora del análisis y el entendimiento de las crisis prolongadas; el respaldo de la protección, la promoción y la reconstrucción de los medios de subsistencia y las instituciones que apoyan y favorecen los medios de subsistencia, y la modificación de la arquitectura de la intervención externa en crisis prolongadas para adaptarla a la realidad sobre el terreno. Como muestra la presente edición de El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, los países en crisis prolongada se enfrentan a numerosos retos. Sin embargo, no son insuperables: hay esperanza. Mediante un mejor entendimiento de la naturaleza de las crisis prolongadas se incrementa la capacidad de responder más eficazmente. Las lecciones extraídas a partir de la experiencia de muchos países muestran que poniendo especial atención a los medios de subsistencia, el refuerzo de la asistencia a largo plazo prestada a las instituciones locales existentes, las inversiones en mecanismos de protección social y la transición de la ayuda alimentaria a la asistencia alimentaria son instrumentos efectivos y cruciales para abordar las causas de raíz de las crisis prolongadas. En este informe se ilustra que existen muchas experiencias positivas de las que se puede aprender y a través de las cuales se puede abordar mejor la multiplicidad de los problemas, incluida la subnutrición extrema, en países en crisis prolongada.

Saved in:
Bibliographic Details
Main Authors: FAO, Rome (Italy). Depto. Económico y Social spa 187264, Programa Mundial de Alimentos, Rome (Italy) spa 415417
Format: Texto biblioteca
Language:
Published: Roma (Italy) FAO 2010
Subjects:FOOD SECURITY, AGRICULTURAL PRODUCTS, PRICES, FOOD SUPPLY, MALNUTRITION, POVERTY, STATISTICAL DATA, DONNEE STATISTIQUE, SECURITE ALIMENTAIRE, PRODUIT AGRICOLE, PRIX, DISPONIBILITE ALIMENTAIRE, PAUVRETE, DATOS ESTADISTICOS, SEGURIDAD ALIMENTARIA, PRODUCTOS AGRICOLAS, PRECIOS, SUMINISTRO DE ALIMENTOS, MALNUTRICION, POBREZA,
Online Access:http://www.fao.org/3/i1683s/i1683s.pdf
Tags: Add Tag
No Tags, Be the first to tag this record!
Description
Summary:Tras más de una década de incremento aparentemente inexorable del número de personas subnutridas, las cifras correspondientes a 2010 presentadas en la presente edición de El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo muestran un pequeño rayo de esperanza con el primer descenso desde 1995. No obstante, todavía existen cerca de 1 000 millones de personas que pasan hambre y es demasiado pronto para saber si estamos ante el comienzo de una tendencia a la baja o si solamente es un descenso temporal del número de personas subnutridas. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2010 se centra en un grupo concreto de países, los países en crisis prolongada, en los que se calcula que el nivel de subnutrición se aproxima al 40 %. Se examinan las dificultades a las que hay que hacer frente al intentar solventar la situación en dichos países, sin olvidar la dificultad que supone abandonar el uso de las intervenciones humanitarias en favor de un programa de desarrollo más amplio. En este informe se señalan diversas medidas que se pueden adoptar para racionalizar la manera en que se gestionan las crisis prolongadas. Entre ellas se cuentan la evaluación más completa de la crisis, incluido el entendimiento en profundidad de sus causas; la mejora de las respuestas de la comunidad local y las instituciones; la introducción o el respaldo de mecanismos de protección social como las redes de seguridad basadas en los alimentos, y el abandono de la ayuda alimentaria en favor de un enfoque más amplio de la asistencia alimentaria. En la última sección del informe se ofrecen recomendaciones para mejorar la prestación de asistencia a los países en crisis prolongada. Tales recomendaciones se centran en la mejora del análisis y el entendimiento de las crisis prolongadas; el respaldo de la protección, la promoción y la reconstrucción de los medios de subsistencia y las instituciones que apoyan y favorecen los medios de subsistencia, y la modificación de la arquitectura de la intervención externa en crisis prolongadas para adaptarla a la realidad sobre el terreno. Como muestra la presente edición de El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, los países en crisis prolongada se enfrentan a numerosos retos. Sin embargo, no son insuperables: hay esperanza. Mediante un mejor entendimiento de la naturaleza de las crisis prolongadas se incrementa la capacidad de responder más eficazmente. Las lecciones extraídas a partir de la experiencia de muchos países muestran que poniendo especial atención a los medios de subsistencia, el refuerzo de la asistencia a largo plazo prestada a las instituciones locales existentes, las inversiones en mecanismos de protección social y la transición de la ayuda alimentaria a la asistencia alimentaria son instrumentos efectivos y cruciales para abordar las causas de raíz de las crisis prolongadas. En este informe se ilustra que existen muchas experiencias positivas de las que se puede aprender y a través de las cuales se puede abordar mejor la multiplicidad de los problemas, incluida la subnutrición extrema, en países en crisis prolongada.