55 años de mayo del 68… y de la Humanae Vitae: una reflexión bioética

Resumen: En 1968 ocurrieron dos hechos sobre los cuales cabe hacer una reflexión orientada por la bioética: la llamada Revolución del 68 y la aparición de la Carta encíclica Humanae Vitae. El Concilio Vaticano II, que fue presentado como una actualización de la Iglesia católica al mundo moderno, fue el escenario de los estudios previos a la redacción del documento pontificio, donde Pablo VI dejó clara la postura del Magisterio de la Iglesia sobre la moral sexual y anticipa los errores prácticos que se seguirían a planteamientos conceptuales antropológicos erróneos o equivocados sobre esa temática. Hay necesidad de rehabilitar la Humanae vitae para volver a percibir el acto conyugal en su “verdad inalterable”, donde no se puede separar el bien y la belleza de la donación mutua de los cónyuges, que redunda en el bien común de la sociedad para defender su célula básica y nuclear que es la familia.

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Bibliographic Details
Main Author: Gamboa Bernal, Gilberto A.
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Educa 2022
Subjects:Humanae Vitae, ENCICLICAS, BIOETICA, METODOS ANTICONCEPTIVOS, NATURALEZA HUMANA, SEXUALIDAD,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/16454
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Description
Summary:Resumen: En 1968 ocurrieron dos hechos sobre los cuales cabe hacer una reflexión orientada por la bioética: la llamada Revolución del 68 y la aparición de la Carta encíclica Humanae Vitae. El Concilio Vaticano II, que fue presentado como una actualización de la Iglesia católica al mundo moderno, fue el escenario de los estudios previos a la redacción del documento pontificio, donde Pablo VI dejó clara la postura del Magisterio de la Iglesia sobre la moral sexual y anticipa los errores prácticos que se seguirían a planteamientos conceptuales antropológicos erróneos o equivocados sobre esa temática. Hay necesidad de rehabilitar la Humanae vitae para volver a percibir el acto conyugal en su “verdad inalterable”, donde no se puede separar el bien y la belleza de la donación mutua de los cónyuges, que redunda en el bien común de la sociedad para defender su célula básica y nuclear que es la familia.