En torno a tres concepciones de la verdad formal

Resumen: 1. Posicición, del problema "Quae quidem correspondentia adaequatio rei et intellectus dicitur, et in hoc formaliter ratio veri perficitur".1Tal concepto de verdad, que de suyo entraña la adecuación entre el entendimiento y la cosa no sólo tiene el mérito de expresar fielmente los datos alcanzados espontáneamente por la inteligencia, sino también el de servir de base para la comprensión de las doctrinas de verdad que se le oponen. Naturalmente, aunque la verdad puede ser aquí entendida ya como la verdad del ser ut ens intellectui correspondeat 2 ya como la del conocer in quantum (intellectus) adaequatur rei intellectae,3la que interesa en este trabajo es la verdad del conocimiento, llamada también formal o lógica. Este modo de entender a la verdad formal no deja de ser sostenido implícitamente o explícitamente por una larga tradición filosófica cuyos más destacados exponentes se encuentran en el Estagirita y el Aquinate. Obviamente, para que esto pudiera ocurrir era preciso que hubiera antes una coincidencia de fondo respecto de un pequeño pero importante núcleo de afirmaciones metafísicas cuyo último principio de resolución o inteligibilidad se halla en la noción de esse. Por ello es comprensible también el que —ya bien entrada la edad moderna— al ser cuestionados los tradicionados puntos de partida y sustituidos por otros nuevos, llegue también —¿por qué no?— el momento de cuestionar aquel concepto de verdad.

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Bibliographic Details
Main Author: Rego, Francisco
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 1986
Subjects:ENTENDIMIENTO, VERDAD, DOCTRINAS FILOSOFICAS, LOGICA, METAFISICA,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/13898
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Summary:Resumen: 1. Posicición, del problema "Quae quidem correspondentia adaequatio rei et intellectus dicitur, et in hoc formaliter ratio veri perficitur".1Tal concepto de verdad, que de suyo entraña la adecuación entre el entendimiento y la cosa no sólo tiene el mérito de expresar fielmente los datos alcanzados espontáneamente por la inteligencia, sino también el de servir de base para la comprensión de las doctrinas de verdad que se le oponen. Naturalmente, aunque la verdad puede ser aquí entendida ya como la verdad del ser ut ens intellectui correspondeat 2 ya como la del conocer in quantum (intellectus) adaequatur rei intellectae,3la que interesa en este trabajo es la verdad del conocimiento, llamada también formal o lógica. Este modo de entender a la verdad formal no deja de ser sostenido implícitamente o explícitamente por una larga tradición filosófica cuyos más destacados exponentes se encuentran en el Estagirita y el Aquinate. Obviamente, para que esto pudiera ocurrir era preciso que hubiera antes una coincidencia de fondo respecto de un pequeño pero importante núcleo de afirmaciones metafísicas cuyo último principio de resolución o inteligibilidad se halla en la noción de esse. Por ello es comprensible también el que —ya bien entrada la edad moderna— al ser cuestionados los tradicionados puntos de partida y sustituidos por otros nuevos, llegue también —¿por qué no?— el momento de cuestionar aquel concepto de verdad.