Filosofía, teología y cultura cristiana en el pensamiento de San Agustín

Resumen: Agustín, genio incomparable del cristianismo, autor de una de las más elevadas conceptualizaciones de la fe cristiana que la historia conozca, no es el creador de la teología ni de la filosofía cristiana y, mucho menos, de la filosofía sic et siimpriciter. Cuando el joven estudiante de retórica de Cartago, leyendo el Hortensia de Cicerón, se apasionó por la investigación filosófica, ésta existía desde un milenio antes; cuando el neo-convertido al cristianismo, durante el retiro de Cassiciavo, se dedicó a la elaboración de una filosofía cristiana, también constituía una realidad conspicua desde casi tres siglos antes; cuando más tarde el joven sacerdote de Hipona se dedicó con celo al estudio de la teología, también ésta tenía una respetable historia de tres siglos. Todo esto significa que la comprensión histórica del pensamiento filosófico y teológico del Doctor de Hipona presupone un adecuado conocimiento de este vasto pasado cultural desde el cual parte su extraordinario trabajo. Aquí me limitaré a una breve reseña de la situación de la filosofía,, de la teología y de la filosofía cristiana a fines del siglo IV, esto es, del momento en que San Agustín comienza su trabajo como filósofo y como teólogo.

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Bibliographic Details
Main Author: Mondin, Battista
Format: Artículo biblioteca
Language:spa
Published: Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras 1988
Subjects:Agustín de Hipona, Santo, 354-430, FILOSOFIA CRISTIANA, TEOLOGIA CRISTIANA, CULTURA, PENSAMIENTO,
Online Access:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/13519
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Summary:Resumen: Agustín, genio incomparable del cristianismo, autor de una de las más elevadas conceptualizaciones de la fe cristiana que la historia conozca, no es el creador de la teología ni de la filosofía cristiana y, mucho menos, de la filosofía sic et siimpriciter. Cuando el joven estudiante de retórica de Cartago, leyendo el Hortensia de Cicerón, se apasionó por la investigación filosófica, ésta existía desde un milenio antes; cuando el neo-convertido al cristianismo, durante el retiro de Cassiciavo, se dedicó a la elaboración de una filosofía cristiana, también constituía una realidad conspicua desde casi tres siglos antes; cuando más tarde el joven sacerdote de Hipona se dedicó con celo al estudio de la teología, también ésta tenía una respetable historia de tres siglos. Todo esto significa que la comprensión histórica del pensamiento filosófico y teológico del Doctor de Hipona presupone un adecuado conocimiento de este vasto pasado cultural desde el cual parte su extraordinario trabajo. Aquí me limitaré a una breve reseña de la situación de la filosofía,, de la teología y de la filosofía cristiana a fines del siglo IV, esto es, del momento en que San Agustín comienza su trabajo como filósofo y como teólogo.