Búsqueda de substitutos para estudios de neuroimagen con propósitos de investigación: Experiencia del Proyecto Atahualpa.

RESUMEN El diagnóstico de muchas de las enfermedades neurológicas no transmisibles requiere de la práctica de una resonancia magnética, la cual no se encuentra disponible en regiones rurales o remotas. Es importante realizar esfuerzos destinados a encontrar pruebas diagnósticas portátiles que sirvan como tamizaje para la identificación de personas que necesitan ser sometidas a una IRM. Como parte del Proyecto Atahualpa, hemos invitado a todos los participantes ≥60 años para la práctica de una IRM de cerebro y aproximadamente el 80% de las personas han aceptado el procedimiento. Por lo tanto, tenemos la oportunidad única de probar la validez de pruebas no-invasivas que puedan ser utilizadas como substitutos de resonancia para identificar candidatos a hacerse dicho examen. Hasta la fecha, hemos estudiado el valor del índice tobillo-brazo, la confiabilidad de la relación neutrófilos-linfocitos, la exactitud de la presencia de retinopatía hipertensiva y el valor del Doppler transcraneal para la detección de personas con enfermedad de pequeño vaso cerebral. Los individuos con índice tobillo-brazo anormal tiene 4 veces más riesgo de tener un infarto lacunar silente que aquellos con índice normal. Una relación neutrófilos-linfocitos elevada es pobremente sensitiva pero altamente específica para detectar personas con por lo menos un marcador de imagen de enfermedad de pequeño vaso. Los individuos con retinopatía hipertensiva Grados 2-3 tienen casi 4 veces más riesgo de tener hiperintensidades de sustancia blanca que aquellos con retinopatía Grado 1 o sin retinopatía. Finalmente, la correlación del índice de pulsatilidad de las arterias intracraneales para detectar marcadores de enfermedad de pequeño vaso es pobre. Seguimos en la búsqueda de una prueba económica y confiable que permita la identificación de sujetos aparentemente sanos, con riesgo de desarrollar eventos cerebrovasculares catastróficos.

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Bibliographic Details
Main Authors: Del Brutto,Oscar H., Mera,Robertino M., Costa,Aldo F., Zambrano,Mauricio, Viteri,Eduardo M., Nader,Juan A., Sedler,Mark J.
Format: Digital revista
Language:Spanish / Castilian
Published: Sociedad Médica Ecuatoriana de Neurología 2017
Online Access:http://scielo.senescyt.gob.ec/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2631-25812017000100128
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Summary:RESUMEN El diagnóstico de muchas de las enfermedades neurológicas no transmisibles requiere de la práctica de una resonancia magnética, la cual no se encuentra disponible en regiones rurales o remotas. Es importante realizar esfuerzos destinados a encontrar pruebas diagnósticas portátiles que sirvan como tamizaje para la identificación de personas que necesitan ser sometidas a una IRM. Como parte del Proyecto Atahualpa, hemos invitado a todos los participantes ≥60 años para la práctica de una IRM de cerebro y aproximadamente el 80% de las personas han aceptado el procedimiento. Por lo tanto, tenemos la oportunidad única de probar la validez de pruebas no-invasivas que puedan ser utilizadas como substitutos de resonancia para identificar candidatos a hacerse dicho examen. Hasta la fecha, hemos estudiado el valor del índice tobillo-brazo, la confiabilidad de la relación neutrófilos-linfocitos, la exactitud de la presencia de retinopatía hipertensiva y el valor del Doppler transcraneal para la detección de personas con enfermedad de pequeño vaso cerebral. Los individuos con índice tobillo-brazo anormal tiene 4 veces más riesgo de tener un infarto lacunar silente que aquellos con índice normal. Una relación neutrófilos-linfocitos elevada es pobremente sensitiva pero altamente específica para detectar personas con por lo menos un marcador de imagen de enfermedad de pequeño vaso. Los individuos con retinopatía hipertensiva Grados 2-3 tienen casi 4 veces más riesgo de tener hiperintensidades de sustancia blanca que aquellos con retinopatía Grado 1 o sin retinopatía. Finalmente, la correlación del índice de pulsatilidad de las arterias intracraneales para detectar marcadores de enfermedad de pequeño vaso es pobre. Seguimos en la búsqueda de una prueba económica y confiable que permita la identificación de sujetos aparentemente sanos, con riesgo de desarrollar eventos cerebrovasculares catastróficos.