¿La diabetes tipo 2 debería diagnosticarse y tratarse como una enfermedad cardiovascular?

Cada vez más estudios clínicos ponen de manifiesto que existe una asociación entre diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular, y que la mayoría de los pacientes diabéticos fallecen debido a complicaciones macrovasculares. Estudios prospectivos recientes han demostrado que un buen control de la glucemia en ayunas y de la hemoglobina glucosilada, es capaz de prevenir la aparición de las complicaciones microvasculares en los diabéticos. Otros estudios epidemiológicos han resaltado la importancia de la hiperglucemia post-prandial y su papel como factor de riesgo independiente de morbi-mortalidad cardiovascular. Los individuos con el llamado síndrome metabólico (hipertensión arterial, dislipemia, obesidad central, insulin-resistencia e hiperinsulinismo) tienen un riesgo elevado de padecer una enfermedad cardiovascular, sin tener una diabetes manifiesta sino, solamente, una tolerancia alterada a la glucosa. Esto pone de manifiesto que el riesgo cardiovascular aumenta de forma paralela al incremento glucémico global (glucemia basal y post-prandial). Por ello, las opciones terapéuticas actuales, encaminadas a controlar las alteraciones metabólicas de la diabetes, deben tratar, también, de prevenir a largo plazo la aparición de las complicaciones macrovasculares de la enfermedad. La nateglinida, un estimulador de la secreción de insulina de acción rápida y de corta duración, que actúa reduciendo eficazmente los picos post-prandiales de glucosa, puede ofrecer una alternativa terapéutica válida para el manejo global del paciente con diabetes tipo 2.

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Bibliographic Details
Main Authors: Millaruelo Trillo,J. M., Sangros González,J., Remiro Serrano,F.
Format: Digital revista
Language:Spanish / Castilian
Published: Arán Ediciones, S. L. 2002
Online Access:http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1131-57682002000800005
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Summary:Cada vez más estudios clínicos ponen de manifiesto que existe una asociación entre diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular, y que la mayoría de los pacientes diabéticos fallecen debido a complicaciones macrovasculares. Estudios prospectivos recientes han demostrado que un buen control de la glucemia en ayunas y de la hemoglobina glucosilada, es capaz de prevenir la aparición de las complicaciones microvasculares en los diabéticos. Otros estudios epidemiológicos han resaltado la importancia de la hiperglucemia post-prandial y su papel como factor de riesgo independiente de morbi-mortalidad cardiovascular. Los individuos con el llamado síndrome metabólico (hipertensión arterial, dislipemia, obesidad central, insulin-resistencia e hiperinsulinismo) tienen un riesgo elevado de padecer una enfermedad cardiovascular, sin tener una diabetes manifiesta sino, solamente, una tolerancia alterada a la glucosa. Esto pone de manifiesto que el riesgo cardiovascular aumenta de forma paralela al incremento glucémico global (glucemia basal y post-prandial). Por ello, las opciones terapéuticas actuales, encaminadas a controlar las alteraciones metabólicas de la diabetes, deben tratar, también, de prevenir a largo plazo la aparición de las complicaciones macrovasculares de la enfermedad. La nateglinida, un estimulador de la secreción de insulina de acción rápida y de corta duración, que actúa reduciendo eficazmente los picos post-prandiales de glucosa, puede ofrecer una alternativa terapéutica válida para el manejo global del paciente con diabetes tipo 2.