Versatilidad del colgajo miomucoso de buccinador en la reconstrucción de defectos en el área maxilofacial

Resumen Introducción: El colgajo miomucoso de buccinador, en sus diferentes variantes, representa una forma de reconstrucción en el área maxilofacial que se ha ido promoviendo de forma importante en las 2 últimas décadas. Métodos: Aportamos una serie de 25 casos reconstruidos mediante dicho colgajo. Damos datos del tamaño y localización de los defectos. Mostramos las diversas técnicas de obtención del colgajo en función de la localización de la zona a cubrir y describimos las posibles complicaciones. Resultados: Todos los colgajos realizados fueron viables; el tamaño medio fue de 41 × 31 mm. En 4 de los casos se procedió a esqueletizar el pedículo facial para conseguir una mejor longitud o adaptabilidad. En 3 casos se utilizó de forma concomitante otra técnica reconstructiva. Las complicaciones fueron escasas y la mayoría relacionadas con bridas en la zona donante. Conclusión: El colgajo miomucoso de buccinador constituye quizás la mejor opción en la reconstrucción de los defectos de tamaño medio del área maxilofacial. Esto es así debido a su gran versatilidad para cubrir la gran mayoría de los defectos, tener un buena longitud del pedículo y aportar un tejido mucoso que, en la mayoría de los casos, será el más adecuado para cubrir el defecto.

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Bibliographic Details
Main Authors: Martos Díaz,Pedro, Plasencia Delgado,Jorge, Altura Guillén,Óscar, Rodríguez Caballero,Beatriz, Serrano Alvarez Buylla,Adriana, Suñer Machado,Marcos
Format: Digital revista
Language:Spanish / Castilian
Published: Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial y de Cabeza y Cuello 2017
Online Access:http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-05582017000100015
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Summary:Resumen Introducción: El colgajo miomucoso de buccinador, en sus diferentes variantes, representa una forma de reconstrucción en el área maxilofacial que se ha ido promoviendo de forma importante en las 2 últimas décadas. Métodos: Aportamos una serie de 25 casos reconstruidos mediante dicho colgajo. Damos datos del tamaño y localización de los defectos. Mostramos las diversas técnicas de obtención del colgajo en función de la localización de la zona a cubrir y describimos las posibles complicaciones. Resultados: Todos los colgajos realizados fueron viables; el tamaño medio fue de 41 × 31 mm. En 4 de los casos se procedió a esqueletizar el pedículo facial para conseguir una mejor longitud o adaptabilidad. En 3 casos se utilizó de forma concomitante otra técnica reconstructiva. Las complicaciones fueron escasas y la mayoría relacionadas con bridas en la zona donante. Conclusión: El colgajo miomucoso de buccinador constituye quizás la mejor opción en la reconstrucción de los defectos de tamaño medio del área maxilofacial. Esto es así debido a su gran versatilidad para cubrir la gran mayoría de los defectos, tener un buena longitud del pedículo y aportar un tejido mucoso que, en la mayoría de los casos, será el más adecuado para cubrir el defecto.