Floración de algunos bambúes (Chusquea spp.) del sotobosque de los robledales (Cordillera de Talamanca, Costa Rica) y consideraciones para el manejo forestal

La floración de los bambúes del género Chusque (C. talamancensis, C. tomentosa, C. subtilia), que forman el componente dominante del sotobosque de los robledales entre el Cerro Abarca y el Cerro Cuericí en la Cordillera de Talamanca, es un evento notorio en los últimos años. El ciclo de floración -según las informaciones disponibles hasta el momento- está entre 30 y 35 años. La floración es gregaria, es decir, se produce la muerte de la planta madre al madurar el fruto y regeneración de la población de bambú a partir de la semilla. Este comportamiento es análogo a la mayoría de los bambúes arborescentes asiáticos. Cada especie tiene su propia cronología respecto al comienzo y la longitud de fase de flor y fruto. La floración avanza por partes, al principio se encuentra en sólo unas plantas aisladas, al año siguiente es esporádica, a los dos siguientes gregaria y finalmente esporádica hasta completar la totalidad de la población en 3 ó 4 años. La viabilidad de la semilla es corta, la germinación se concentra en la época lluviosa. La plántula de bambú es muy susceptible a condiciones abióticas extremas; una vez superada esta fase, los bambúes tienen un desarrollo arbustivo, durante el cual se forma el rizoma funcional. Cuando la planta tiene un rizoma, desarrolla culmos de longitud máxima y el diámetro de los mismos aumenta anualmente. Comienza el crecimiento exponencial con lo que estas plantas se convierten en competidores fuertes por luz y nutrimentos a nivel del sotobosque. En condiciones de luz favorables, dominan el espacio aéreo creando bajo su denso follaje, un microclima adverso para la germinación de semillas y desarrollo de plántulas de especies arbóreas. Se hace énfasis en que la floración de Chusquea en los bosques de Quercus de la Cordillera de Talamanca, es un evento que permite el restablecimiento de la regeneración arbórea. Desde el momento de la iniciación de la flor hasta que la planta nacida de semilla haya llegado al desarrollo arbustivo, el bambú pierde su carácter competitivo. Es en este lapso, que dura aproximadamente 10 años, en que se recomiendan las intervenciones silviculturales para favorecer la regeneración arbórea, sin tener que incluir costos de corta de bambú en el plan de manejo.

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Bibliographic Details
Main Authors: 131361 WIDMER, Y., CATIE - Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza Turrialba, Costa Rica autor/a 3977
Format: biblioteca
Published: Turrialba (Costa Rica), 1990
Subjects:FISIOLOGIA VEGETAL, MANEJO FORESTAL, SOTOBOSQUE, SUCESION NATURAL, CHUSQUEA, COSTA RICA,
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Description
Summary:La floración de los bambúes del género Chusque (C. talamancensis, C. tomentosa, C. subtilia), que forman el componente dominante del sotobosque de los robledales entre el Cerro Abarca y el Cerro Cuericí en la Cordillera de Talamanca, es un evento notorio en los últimos años. El ciclo de floración -según las informaciones disponibles hasta el momento- está entre 30 y 35 años. La floración es gregaria, es decir, se produce la muerte de la planta madre al madurar el fruto y regeneración de la población de bambú a partir de la semilla. Este comportamiento es análogo a la mayoría de los bambúes arborescentes asiáticos. Cada especie tiene su propia cronología respecto al comienzo y la longitud de fase de flor y fruto. La floración avanza por partes, al principio se encuentra en sólo unas plantas aisladas, al año siguiente es esporádica, a los dos siguientes gregaria y finalmente esporádica hasta completar la totalidad de la población en 3 ó 4 años. La viabilidad de la semilla es corta, la germinación se concentra en la época lluviosa. La plántula de bambú es muy susceptible a condiciones abióticas extremas; una vez superada esta fase, los bambúes tienen un desarrollo arbustivo, durante el cual se forma el rizoma funcional. Cuando la planta tiene un rizoma, desarrolla culmos de longitud máxima y el diámetro de los mismos aumenta anualmente. Comienza el crecimiento exponencial con lo que estas plantas se convierten en competidores fuertes por luz y nutrimentos a nivel del sotobosque. En condiciones de luz favorables, dominan el espacio aéreo creando bajo su denso follaje, un microclima adverso para la germinación de semillas y desarrollo de plántulas de especies arbóreas. Se hace énfasis en que la floración de Chusquea en los bosques de Quercus de la Cordillera de Talamanca, es un evento que permite el restablecimiento de la regeneración arbórea. Desde el momento de la iniciación de la flor hasta que la planta nacida de semilla haya llegado al desarrollo arbustivo, el bambú pierde su carácter competitivo. Es en este lapso, que dura aproximadamente 10 años, en que se recomiendan las intervenciones silviculturales para favorecer la regeneración arbórea, sin tener que incluir costos de corta de bambú en el plan de manejo.