Conservación de suelos en las tierras altas de Chiriquí. Resultados preliminares

En cinco parcelas de 40 m2 con pendiente de 35 por ciento situadas cerca de Boquete, se midieron las pérdidas de tierra durante el año 1979. Las mayores pérdidas fueron observadas en la parcela de tierra desnuda (183 Tm/ha o sea, una lámina de espesor de 28 mm). En las demás parcelas las pérdidas fueron menores, aunque considerables (55 y 80 Tm/ha en hortalizas, 77 Tm/ha en café y 35 Tm/ha en pasto). Sin embargo, los resultados globales cubren períodos muy diferentes en cuanto al desarrollo de la cobertura vegetal. Un análisis pormenorizado de los datos prueba que con una buena cobertura viva o muerta del suelo, se logra una conservación muy satisfactoria: Pérdidas 1,400 veces más bajas en pasto, manejado al corte y 40 veces más bajas en café con "mulch" (cobertura muerta) que en tierra desnuda. Por el contrario, en hortalizas, las pérdidas de tierra anuales son apenas dos o tres veces más bajas que en suelo desnudo y suceden en su mayoría durante los períodos donde el suelo no está protegido (preparación de terreno en inicio de cultivo). Las buenas prácticas culturales como siembra y aporcado en contorno reducen notablemente la erosión cuando el cultivo está establecido, pero una sola lluvia antes de la siembra o en las primeras semanas de establecido el cultivo puede provocar pérdidas mayores de 10 Tm/ha (valor máximo permisible para un año), lo que ilustra el interés de escoger una buena época de siembra. Estos resultados demuestran las graves pérdidas de suelo que caracterizan las tierras de cultivo y la urgente necesidad de adoptar prácticas sencillas de conservación de suelos en las tierras altas de Chiriquí.

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Bibliographic Details
Main Author: 102056 Oster, R.
Format: biblioteca
Published: Oct
Subjects:CONSERVACION DE SUELOS, ZONA DE MONTAÑA, EROSION, TERRENO EN DECLIVE, PROPIEDADES FISICO-QUIMICAS SUELO, CHIRIQUI, PANAMA,
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Description
Summary:En cinco parcelas de 40 m2 con pendiente de 35 por ciento situadas cerca de Boquete, se midieron las pérdidas de tierra durante el año 1979. Las mayores pérdidas fueron observadas en la parcela de tierra desnuda (183 Tm/ha o sea, una lámina de espesor de 28 mm). En las demás parcelas las pérdidas fueron menores, aunque considerables (55 y 80 Tm/ha en hortalizas, 77 Tm/ha en café y 35 Tm/ha en pasto). Sin embargo, los resultados globales cubren períodos muy diferentes en cuanto al desarrollo de la cobertura vegetal. Un análisis pormenorizado de los datos prueba que con una buena cobertura viva o muerta del suelo, se logra una conservación muy satisfactoria: Pérdidas 1,400 veces más bajas en pasto, manejado al corte y 40 veces más bajas en café con "mulch" (cobertura muerta) que en tierra desnuda. Por el contrario, en hortalizas, las pérdidas de tierra anuales son apenas dos o tres veces más bajas que en suelo desnudo y suceden en su mayoría durante los períodos donde el suelo no está protegido (preparación de terreno en inicio de cultivo). Las buenas prácticas culturales como siembra y aporcado en contorno reducen notablemente la erosión cuando el cultivo está establecido, pero una sola lluvia antes de la siembra o en las primeras semanas de establecido el cultivo puede provocar pérdidas mayores de 10 Tm/ha (valor máximo permisible para un año), lo que ilustra el interés de escoger una buena época de siembra. Estos resultados demuestran las graves pérdidas de suelo que caracterizan las tierras de cultivo y la urgente necesidad de adoptar prácticas sencillas de conservación de suelos en las tierras altas de Chiriquí.